Las semillas de chía llevan unos cuantos años de moda en Occidente. Abundan los artículos sobre sus propiedades beneficiosas, ¡hay quien asegura que lo cura todo! Desde luego, es un ingrediente muy interesante que merece ser estudiado. Nosotros hemos querido darle un enfoque algo diferente con nuestra lente de cultura pop.
1. Semillas que brotan como besos
Las semillas de chía son la semilla de la planta Salvia hispánica, originaria de Mesoamérica. ¡Ven, acercáte! ¡Un poco más! Mira qué bonitas son germinadas. Parecen los labios de cientos de Jessica Rabbit susurrando sensualmente.
2. Un must have precolombino…
En tiempos precolombinos, era un básico para las culturas azteca y maya. Además de como alimento, estas civilizaciones las empleaban como sistema de pago, para preparar medicinas y pinturas corporales, y como ofrenda para sus dioses. De hecho, la palabra «chía» procede de la palabra chiactic, «aceitoso» en lengua nahuatl.
3. …para ponerte como un toro
Se dice que los guerreros de las antiguas culturas mesoamericanas consumían semillas de chía antes de las batallas, para obtener más energía y resistencia. También las empleaban como sustento para poder afrontar largas travesías, de ahí que se conozca como «el alimento de las caminatas«. ¿Las incluiría Mel Gibson en el catering de Apocalypto?
4. En el río de la chía
En México, hay un lugar bien hermoso llamado Chiapas. En este lugar, abundan las zonas arqueológicas, enormes y magníficas. También es uno de los lugares con mayor población indígena de México.
Espera, echemos un vistazo a través de nuestra puerta mágica:
Espectacular, ¿verdad?
En este lugar permanece, de alguna forma, la impronta de la chía. Su recuerdo sobrevivió a la fuerte represión a la que fue sometido México tras la llegada de los conquistadores, quienes quisieron erradicar toda tradición indígena, incluidos los cultivos autóctonos, como ya sucediera con la quinua (o quinoa).
Aunque existen diferentes teorías en torno a la toponimia de este lugar, a nosotros nos gusta pensar que recoge la huella de la ancestral chía. Y es que, según diversas fuentes, Chiapas podría significar «donde abunda la chía», “en el río de la chía» o, incluso, «agua de chía«.
5. Un refresco muy saludable
Muy típico de la región de Chiapas es, precisamente, el agua de chía, un refresco a base de semillas de chía, agua, zumo de limón y azúcar. Las semillas de chía se ponen a remojo durante 1 o 2 horas, hasta que sueltan el mucílago, una sustancia viscosa que genera una especia de gel. Después se mezcla con el agua, el zumo de limón y azúcar. Servir bien fría.
6. Mi mascota chía
Sabemos que la pasión occidental por la chía es algo relativamente reciente. Sin embargo, ya en 1977 se hizo su hueco en USA, en una forma muy peculiar: los chía pets (mascotas de chía), cabezas y otras figuras de arcilla en las que cultivar semillas de chía, las cuales germinan simulando el pelo de la figura. Veamos un ejemplo gráfico:
7. Información práctica (¡por fin!)
La chía tiene un alto contenido en ácidos grasos Omega 3, necesarios en nuestra dieta para reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. También es rica en antioxidantes y minerales como hierro, calcio y fósforo. Además, es una buena fuente de proteínas ¡libre de gluten!
Podemos emplearla remojada en zumos y batidos, donde actuará como espesante. En dietas veganas es un increíble sustituto del huevo: bastará con mezclar una cucharada de semillas en dos de agua, hasta obtener un gel similar a la clara de huevo.
Crudas, podemos añadirlas directamente a ensaladas, yogures, cereales del desayuno, panes, arroces, pastas o cualquier otro plato al que queramos aportar su textura y propiedades.
9. Una aclaración
Si bien estas semillas están cargadas de propiedades beneficiosas para el organismo, la chía NO es un alimento milagro, al contrario de lo que infinitos espacios virtuales predican. Desde aquí te animamos a hacer un uso razonable de este y tantos otros maravillosos ingredientes brindados por la naturaleza. Los alimentos mágicos solo existen en los libros y en el cine 🙂 .
Jolín… ¡Qué salvajada el clip de Apocalypto! Podíais avisar! Enhorabuena por esta original revisión de la Chía. Tengo en casa y todavía no la he probado porque no sabía qué hacer con ella. Ahora ya tengo algunas ideas gracias a vosotros. ¡Gracias Flotantes! PD: si me gusta, las próximas chías os las compro a vosotros. 😉
¡Hola, Elena! Tienes razón, ¡todas las escenas de Apocalypto son muy impactantes! Pero nos sirven para ilustrar perfectamente el mito de que las antiguas civilizaciones podían con todo gracias a la chía ;). Nos alegramos un montón de haberte dado alguna idea, ya que uno de nuestros principales objetivos es servir de inspiración a quienes nos leéis :). Ya sabes, estamos aquí para lo que necesites. ¡Hasta pronto!