The cakemaker

Cocine con cine. The Cakemaker. Kosher

The Cakemaker (Ofir Raul Graizer. Alemania, Israel. 2017) es silencio inteligente, delicadeza visual, armonía musical, emociones contenidas, suplantación emocional, descubrimiento, investigación, costumbrismo, tradiciones, religión estricta, comida kosher. Es el tándem de lo prohibido versus lo deseado, de lo socialmente admitido frente a lo reprobado.

Reseña de un espléndido film.

La elegancia

Nos ha sorprendido especialmente la ópera prima de Ofir Raul Graizer. En la presentación de la película, el director nos ha revelado que ha invertido ocho años en su realización. Y se nota. El mimo y la delicadeza con la que trata los personajes, la inteligencia con la que va desenredando la trama, la maestría con la que emplea el difícil recurso del silencio, de lo que no se dice y lo que no se muestra pero sí se entiende.

La trama

¿Qué poderosa emoción y curiosidad hace que suplantes de alguna manera el lugar de tu amado y te cueles en su familia una vez que este ha muerto? La frágil personalidad del protagonista, The Cakemaker, navega con determinada valentía entre una cultura, religión y política de una familia que no es la suya, en busca de lo que no ha podido conocer de su pareja: un padre de familia que muere repentinamente, dejando viuda e hijo.

El pastelero alemán quiere saber más de la persona con la que acababa de iniciar una relación sentimental muy intensa. Cómo vivía, en qué entorno se manejaba cotidianamente en su Israel natal, cómo podía y cuáles eran las claves para mantener una doble vida: la familia israelí, por un lado; y el oculto amor homosexual en Berlín, por otro.

Fotograma del film The Cakemaker

Controversias

The Cakemaker trata de relaciones homoxesuales en el seno de una sociedad religiosa y plagada de tradiciones muy marcadas, llevadas rigurosamente a través de vehículos como el Sabbath y la alimentación Kosher. Trata asimismo de la infidelidad, aunque desde el punto de vista de un complemento vital, que debe ser ocultado para no transgredir sus normas sociales. Trata del contrapunto entre familiares religiosamente ortodoxos frente a la tolerancia y apertura de los otros.

Graizer muestra una especial sutileza al manejar la soledad de todos los protagonistas, aun dentro de un sistema social en el que la familia es crucial y «en Sabbath nadie debe estar solo».

El vínculo gastronómico

Hay un elemento que sirve de hilván, a modo de MacGuffin Hitchcockiano, para conectar tanto Berlín con Israel, como lo oficial y lo prohibido: la pastelería. Las galletas de vainilla, las tartas y el trabajo de la masa de harina, agua y mantequilla juegan un bello papel de transbordador entre todos los elementos protagonistas en la película.

The Cakemaker gira a los ojos del espectador un prisma con múltiples caras a través de las cuales interpretar la cultura judía. La importancia de la cocina Kosher, cómo se debe cocinar, qué ingredientes deben y no deben emplearse y quién puede y quién no puede manejarlos para que  sea consumida por un judío ortodoxo. Y Graizer lo muestra con respeto, aunque sin renunciar a la crítica, sometiendo la tradición a un baile de prioridades entre la familia-sociedad-cultura-religión y la felicidad y el amor.Film The Cakemaker

Los actores

Asistimos a una película de autor en toda regla. Con una excelente dirección de actores que resuelven con destreza y enorme sensibilidad un controvertido enjambre de emociones que simultanean amor y traición; deber y querer; normas y tolerancia; incertidumbre y dolor; soledad y ternura.

Los actores de The Cakemaker demuestran un amplio registro de recursos para expresar todas estas emociones en un ambiente donde el silencio predomina de forma contundente sobre el diálogo.

Sarah adler en the cakemaker

Kosher

Para comprender la complejidad entre los dos mundos que plantea The Cakemaker, es importante conocer las implicaciones de la cocina kosher, una de las tradiciones más importantes y vivas de la identidad judía.

El término kosher significa apto o apropiado. Se consideran kosher todos aquellos alimentos que responden a las leyes recogidas en la Torá y en el Talmud, las dos obras capitales del judaísmo. A su vez, aquellos alimentos que contradigan a la Ley Escrita se denominan tarefprohibido.

Por ejemplo, para que un animal terrestre se considere kosher, debe cumplir dos requisitos: ser rumiante y tener la pezuña partida. Por lo tanto, son kosher las vacas, las ovejas, las cabras y los ciervos, y se quedan fuera los cerdos, los conejos y los caballos, entre otros. También se consideran kosher las aves de corral y los pescados y mariscos con aletas y escamas.

Por otro lado, está prohibido el consumo de cierto tipo de grasas y de sangre, así que todas las carnes de mamíferos y aves deben seguir un procedimiento especial antes de su consumo.

Otra de las leyes más conocidas es la de separar carne y lácteos. Estos dos grupos de alimentos en ningún caso pueden combinarse. Se emplean utensilios diferentes para cada uno y se debe cumplir un período de espera entre el consumo de uno y otro. Además, los cereales, frutas y verduras deben lavarse concienzudamente, con el fin de eliminar cualquier pequeño insecto que pueda transgredir los preceptos de la alimentación kosher.

Las dimensiones de estas leyes se extienden a prácticamente todos los alimentos. Están presentes de manera contundente en el film de Graizer y es en su choque con la realidad goy (personas ajenas al pueblo judío) donde encontramos una de las controversias más interesantes.

The Cakemaker en resumen

Una visión sensible de situaciones controvertidas, con una trama de intriga emocional, costumbrista y profunda. Muy actual en el planteamiento de aspectos que existen desde hace muchísimos años. Una banda sonora elegante y ecléctica que realza los tempos de la película. Emoción y una compleja simplicidad que nos deja con ganas de más cuando, de repente, aparecen los títulos de crédito.

¡Hasta la próxima, Mr. Graizer!

The Cakemaker película

 

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