Tras el éxito de The Trip (2010), Michael Winterbottom decidió repetir el mismo esquema con The Trip to Italy (2014). La saga continúa con una tercera entrega: The Trip to Spain. Un viaje por España y por sus restaurantes en el que la amistad, la familia y las risas son protagonistas.
La película no tiene más pretensiones que la de hacernos pasar un buen rato admirando bellos paisajes, buenos platos de comida y riéndonos con las imitaciones que sus dos protagonistas hacen de diversas personalidades muy populares. Desde Mick Jagger, hasta Woody Allen, pasando por Marlon Brando, Humphrey Bogart o Michel Moore, entre otros.
La verdad es que estos dos actores -Steve Coogan y Rob Brydon- hacen una formidable pareja cómica y su destreza para imitar voces e incluso gestos es sorprendente y muy divertida.
En The Trip to Spain, ambos desembarcan su Range Rover del ferry en el puerto de Santander e inician un viaje de seis días en coche por Cantabria, Euskadi, Aragón, Castilla La Mancha y Andalucía. A lo largo del viaje aprovechan las comidas y las cenas para charlar sobre la historia de España y para intercambiarse diálogos imitando a famosos.
Los platos van desfilando en los diversos restaurantes y a menudo son presentados con detalle, especialmente en el Restaurante Etxebarri en Atxondo, Bizkaia, donde el menú recaba la atención más mimada de toda la película y donde también el director muestra la parte más reticente a comer marisco que muchos británicos poseen.
Tanto el viaje gastronómico como las parodias, que son ambos los verdaderos propósitos de la película, están hilvanados por un argumento paralelo en torno a la familia y el prestigio profesional. Así, entre comida y comida, ambos protagonistas abren ventanas telefónicas para dejar ver cómo van estos aspectos de sus vidas. Ni que decir tiene que a uno de ellos le va todo fenomenal, mientras que al otro todo se le tuerce de manera inversamente proporcional. Naturalmente…¡es una comedia!
Con todo, The Trip to Spain es una película recomendable para pasar un agradable rato de risas, aunque es bueno saber que no debemos esperar un contenido gastronómico relevante, ni en los diálogos, ni en la imagen.
