En China, el quinto día del quinto mes lunar está envuelto en leyendas y supersticiones. Es una fecha variable que este año cae hoy, 9 de junio, y que con el paso de los siglos se ha convertido en una de las fiestas nacionales de mayor tradición e importancia. Los chinos marcan este día en sus calendarios bien fuerte, porque empieza su Duānwǔ Jié o Fiesta del Barco del Dragón y, con ella, los rituales, los juegos, el deporte y tres días de vacaciones.
Como decíamos, son muchas las leyendas que giran en torno a ese místico día, el Doble Cinco. La más importante habla del patriótico poeta Qu Yuan (340-278 a.C), viceprimerministro en el Reino Chu, uno de los Siete Reinos Combatientes de la primera dinastía feudal china.
Qu Yuan era conocido por su sabiduría y su honestidad. Las ideas políticas que preconizaba y su empeño por eliminar la corrupción que asediaba al estado colisionaban con la conducta del resto de ministros. Movidos por la envidia y el recelo, los miembros de la corte envolvieron la carrera de Qu Yuan en un halo de intrigas, que provocaron la desconfianza del rey. Las difamaciones a las que se veía sometido Qu lo abocarían al exilio en dos ocasiones.
En el año 278 a.C., el ejército del Reino de Qin tomó el estado de Chu. Desesperanzado y triste por su pueblo, Qu Yuan se suicidó arrojándose al río Miluo atado a una roca. Era el día 5 del quinto mes.
En cuanto supieron de la muerte de Qu, los aldeanos acudieron a las orillas del río Miluo para honrar al poeta. Con la esperanza de evitar que los peces se comieran el cuerpo de Qu Yuan, remaron con sus botes sobre las aguas, tocando gongs y tambores y lanzando zongzi, bolas de arroz glutinoso envueltas en hojas de bambú. Los médicos del reino vertieron pócimas elaboradas con vino para intoxicar a las criaturas del río y proteger a Qu Yuan.
Desde entonces, cuando el quinto mes lunar llega a su quinto día, el pueblo chino conmemora a uno de los personajes más influyentes de su historia, por su lealtad, su patriotismo y su obra poética. La actividad estrella de este día, en memoria del solemne episodio del río, son las carreras en botes con forma de dragón.
Desde el punto de vista gastronómico, el zongzi se ha convertido en el gran símbolo del festival. Las familias rellenan arroz glutinoso con carne de cerdo, huevo, castañas, cacahuetes o setas y lo envuelven en hojas de bambú, dándole forma piramidal o cilíndrica. Para elaborarlo correctamente se necesita cierta habilidad que es transmitida de unas generaciones a otras. Así, cada hogar deja su impronta en la preparación del zongzi, obteniendo un sabor peculiar y característico que define a la familia.
Por otro lado, como protección contra las enfermedades y los malos espíritus solía beberse vino de rejalgar, un licor chino destilado y condimentado con el sulfuro de arsénico rejalgar. Pero, como ya imaginaréis, se ha cuestionado mucho los efectos «positivos» que este mineral pueden tener sobre la salud.
Si vosotros también queréis celebrar este quinto día del quinto mes pero no tenéis un barco con forma de dragón a mano, os animamos a llevar a cabo una sencillo ritual: pon un huevo (crudo) de pie. Si se mantiene en esa posición exactamente a las 12.00 h del mediodía, tendrás buena suerte todo el año.
¡Feliz 5 del 5 a todos!
