¿Has oído hablar de la quinua (o quinoa)? ¿Alguna web, programa de la tele o amigo/a fan de lo healthy te han dicho que tienes que hacerte con ella YA? ¿Eres un foodie empedernido y ya la tienes en tu despensa?
Hayas contestado sí o no, estás a punto de descubrir 10 datos fascinantes sobre el ingrediente que ha salido de los Andes para conquistar el planeta: la quinua.
1. El ¿cereal? de moda
¡No! La quinua no es un cereal, aunque su aspecto nos pueda conducir a tal conclusión. Como indica la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), «a veces recibe la calificación de pseudocereal debido a su apariencia semejante a un grano». En realidad, la quinua es el grano seco de una planta que pertenece a la subfamilia chenopodioideae, al igual que las espinacas y la remolacha. ¡Ojo! Hay más de 3.000 variedades, las cuales, atendiendo al color, vamos a resumir (mucho) en tres muy básicas: quinua roja, negra o blanca.
2. Quinua o quinoa, la vocal que baila
Como ves, en esta entrada empleamos el término quinua para referirnos a lo que muy probablemente habrás escuchado que se llama quinoa. Y es que, aunque en España el uso de «quinoa» está mucho más extendido, es un anglicismo que nosotros preferimos descartar. Los quechuas la bautizaron kinuwa o kinua, nombre que ha derivado en el quinua que actualmente se emplea en la mayor parte de América Latina.
3. Un regalo ancestral y sagrado de los Andes.
Las evidencias arqueológicas más antiguas sitúan el uso de la quinua 5.000 años antes de Cristo, en la zona de Ayacucho, Perú. Los incas la consideraban un alimento sagrado, al que llamaban «El Grano Madre«.
4. La planta que hizo temer a los conquistadores.
A la llegada de los primeros españoles al altiplano andino, la quinua era un pilar fundamental en la alimentación de los indígenas. Recelosos, los españoles ordenaron arrasar los cultivos y cortar las manos o condenar a pena de muerte a quien la cultivase. Aunque el motivo no está claro, puede que no les gustase el uso que se hacía de la quinua en las ceremonias religiosas de las comunidades nativas. Otras teorías apuntan a que detrás de estas medidas se escondía el objetivo de hacer desaparecer una fuente energética de vital importancia para estas comunidades.
5. Un superalimento, sí, pero, ¿por qué?
La quinua es un alimento muy completo, nutritivo y de fácil digestión. En primer lugar, es rica en proteínas, con alrededor del 16%, superando al trigo, al maíz y, especialmente, al arroz. Posee los 8 aminoácidos esenciales para el ser humano, entre ellos lisina y metionina. Contiene una elevada calidad de ácidos grasos insaturados Omega 9, Omega 6 y Omega 3, los cuales nos ayudan a evitar la acumulación de colesterol. Por último, la quinua es una buena fuente de energía y fibra dietética y tiene cantidades significativas de minerales como hierro y zinc.
6. Libre de gluten
La quinua no contiene gluten, así que su consumo está recomendado en cualquier dieta equilibrada y saludable, incluso para quienes tienen intolerancia a esta proteína.
7. El año en el que todo el planeta celebró su existencia
La FAO declaró el año 2013 como el Año Internacional de la Quinua. Con esto se reconocía la capacidad de este alimento para combatir el hambre en el mundo, gracias a su poder nutritivo y su extraordinaria adaptabilidad a diferentes condiciones agroecológicas, puediendo crecer con humedades relativas desde el 40 hasta el 88% y temperaturas desde -4°C hasta 38°C.
8. Otro alimento destinado a la exploración del cosmos
Al igual que en el caso del kimchi, la quinua viajará al espacio, más concretamente, tal y como indican algunas fuentes, a Marte. La NASA ha decidido incluirla en posibles misiones en las que tengan que producirse cultivos en una nave espacial. Sí, puede que quede mucho tiempo para poder ver granos de quinua atravesando el espacio cósmico, pero a nosotros nos encanta la idea. Tanto como este vídeo de la astronauta Samantha Cristoforetti cocinando una tortilla con quinua y crema de puerros.
9. La saponina, un jabón marca Quinua
Como verás al buscar recetas con quinua, se recomienda lavar los granos antes de proceder a su cocción. Esto se debe a la presencia de saponinas, un compuesto que hace que brote espuma al cocerla y que le proporciona cierto amargor no deseado. No te asustes: basta con poner la quinua en un colador y dejar que corra agua sobre ella, al tiempo que frotamos con los dedos para que se desprendan las saponinas. Aunque la forma habitual de proceder es dejar que el líquido sobrante se vaya por el desagüe, la espuma de saponina es un subproducto de la quinua tan útil como desconocido. Nosotros no lo hemos probado todavía, pero quienes mejor conocen este alimento aseguran que es un fantástico jabón doméstico con el que lavar el suelo, los platos o incluso el pelo.
10. Quinua a todas horas
La quinua suele emplearse en preparaciones similares a las del arroz. Es muy probable que tu primera incursión en este ingrediente sea (o haya sido) elaborar una ensalada fría a modo de tabulé o hacer un guiso con, por ejemplo, hortalizas y pollo. Sin embargo, las opciones son infinitas, desde sopas y rellenos hasta hacer bolas con ella y freírlas como si de buñuelos se tratase, o darles forma un poco más aplanada y consumirla como una saludable hamburguesa vegetariana. Y aún hay más: quinua como complemento de un buen muesli para el desayuno; harina de quinoa para panadería, respotería y salsas; o una borrachera con quinua bebiendo chicha, bebida alcohólica propia del centro y sur de América que puede elaborarse a partir de la fermentación de la quinua.
Ahora, ¡te toca a ti! Aquí van tres suculentas recetas que harán que te enamores de la quinua definitivamente: