historia tabasco

Historia de la salsa Tabasco, amor y guerra en Luisiana

Salsa centenaria, icono pop, la salsa Tabasco es una de la salsas picantes más famosas del mundo. Hemos buceado en los archivos de la marca para averiguar un poco más sobre el nacimiento de Tabasco. Una pequeña lección de historia que queremos compartir contigo.

Origen de la salsa Tabasco

Edmund McIlhenny
Este es Edmund McIlhenny
Mardi Gras Nueva Orleáns
Y esto es Nueva Orleáns durante un Mardi Gras a mediados del s. XIX. |  James Earl Taylor vía.

1841, Nueva Orleáns, Estado de Luisiana. Edmund McIlhenny, americano de cuarta generación de ascendencia escocesa-irlandesa, se instala en la ciudad con la esperanza de hacerse un hueco en la industria bancaria. Sabe que ha llegado al pulmón social y cultural de Estados Unidos. Nueva Orleáns es grande y está viva. En este escenario, la conoce a ella (con unos años menos):

Mary Eliza Avory McIlhenny
Mc Ilheny Company Archives vía

Mary Eliza Avery, una joven cuya familia regenta las minas de sal en la Isla de Avery, situada a 140 millas al oeste de Nueva Orleáns. Después de un bonito romance, contraen matrimonio en 1859. Como sucederá en muchas otras historias hambrientas, todo empieza con una historia de amor.

Avery Island

Otro encuentro fortuito sería clave para el nacimiento de la salsa Tabasco. Edmund conoce a un viajero recién llegado de México, un tal Gleason, que le regala un manojo de Capsicum frutescens chile rojo para que condimente sus comidas. Edmund, de excelente paladar y diestro en jardinería, se queda prendado del sabor fino y picante de aquel exótico ingrediente y decide plantar algunas semillas en el jardín de los Avery. ¡Muy bien, Mr. McIlhenny! Estás a punto de crear la salsa picante más famosa del mundo. Sin embargo, en abril de 1961… 

Guerra de Secesión Nueva Orleáns
«El espléndido triunfo naval en el Mississipi», litografía de 1962 publicada por Currier & Ives

…estalla la Guerra de Secesión. Obligados a abandonar la isla, Edmund huye con los Avery a Texas. Allí, pasa algunos años pensando en el mágico sabor del Capsicum frutescens, mientras desempeña varias labores como empleado civil del ejército confederado. A su regreso, ya finalizada la guerra, las tierras de los Avery estaban cubiertas de plantas de chile en flor. Edmund comienza a experimentar en la elaboración de una salsa picante a partir de estos chiles, hasta dar con la fórmula perfecta.

Chiles rojos, Tabasco

Edmund seleccionó y trituró los chiles más rojos, los mezcló con sal de la Isla Avery y los dejó envejecer durante 30 días en barriles. A continuación, mezcló la pasta con vinagre de vino blanco francés y lo dejó macerar otros 30 días. ¿Lo sientes? Es el olor de la salsa Tabasco.

La alimentación de la posguerra en el Sur era plana e insustancial, especialmente para los habitantes de Luisiana, quienes añoraban la gastronomía sabrosa y atrevida que los había caracterizado hasta entonces. El invento de Edmund llegó como caído del cielo. Con su picor justo, devolvía la chispa perdida a los platos, los hacía revivir en el paladar del comensal. Pronto se corrió la voz sobre esa «maravillosa salsa de Mr. McIlhenny«. En cuestión de un año, la salsa se empezó a embotellar en frascos de colonia descartados y a distribuirse por todo el país. Edmund la llamó Tabasco, que en lengua náhuatl significa «tierra caliente y húmeda».

Tabasco anuncio

Sus descendientes conservan todavía hoy el libro de recetas original de Edmund, uno de los bienes más preciados de la familia McIlhenny. Casi 150 años después de su invención, la salsa Tabasco se sigue produciendo de acuerdo a la fórmula que Edmund había concebido en la mansión de Avery: ni un ingrediente más, ni uno menos. Y, como en un cuento, cada botellita de salsa se cocibe todavía en esa isla mágica de Luisiana.

 

 

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