El vinagre de granada es un condimento hecho con una base de vinagre (blanco, de vino, de manzana o de arroz, entre otros) a la que se añaden semillas de la granada, el zumo o el concentrado del fruto. De esta forma, el vinagre adquiere un color rojizo y un sabor afrutado.
Se cree que este tipo de vinagre tuvo su origen en Oriente. En los últimos años se ha puesto muy de moda en Corea, hasta el punto de que muchas marcas se han especializado en producir este y otros vinagres de frutas.