Reinventamos el clásico pollo frito rebozándolo con dukkah, una mezcla de especias y frutos secos originaria de Egipto. Se obtiene así una costra dorada y crujiente, con todo un abanico de matices en sabor y aroma. Si quieres probar una versión diferente, emplea yogur natural como aglutinante y hornea unos 25 minutos a 200ºC.