Mochi es una de esas palabras japonesas que nos encantan. Suena a algo redondo, blando y suave. Hace solo unos días, una multitud de mochis japoneses llegaba a Mercado Flotante, mochis de todos los colores y variados en forma y sabor. Hoy queremos que conozcáis este simpático alimento japonés.
El mochi es un pastelito de forma generalmente redonda o cúbica, elaborado con una masa de arroz glutinoso. Es muy suave al tacto y de bocado pegajoso y elástico. Al masticarlo, percibimos una textura chiclosa que resulta bastante singular para el paladar occidental.
En Japón se ha creado todo un universo en torno a los mochis, no en vano es una elaboración que ha estado presente en su cultura desde hace siglos. Alrededor del año 500 y hasta el Período Edo (1603-1868), era considerado un alimento de los dioses, reservado a la nobleza y a actos religiosos. Desde entonces, ya democratizado su consumo, se ha mantenido como un símbolo de buena suerte, especialmente durante el Año Nuevo. Existe un tipo de mochi concreto para este día del año, el kagami mochi, “mochi espejo”, formado por dos pastelitos, uno sobre otro, y una naranja amarga (daidai) en la parte superior.
Encontramos muchos tipos de mochis. Los más populares a nivel internacional son los dulces, consumidos como un pastel, pero en Japón también se comen tostados, en sopas, con fideos, legumbres o verduras. De hecho, es un alimento muy común en las zonas más frías del país. Dos de los platos más típicos son el oshiruko o zenzai, una sopa caliente de postre hecha con judías azuki y trozos de mochi; y el chikara udon, fideos udon coronados por mochi tostado.
En cuanto a los mochis de confitería, los hay de todos los sabores, colores y formas. Algunos de los más tradicionales son el kusa mochi, de color verde y sabor a yomogi (artemisa); el kinako mochi, con polvo de azuki, o el inoko mochi, con semillas de sésamo tostadas. También hay versiones modernas que incluyen sabores como piña, coco, café, chocolate o helado.
Los daifuku mochi son los pastelitos de arroz glutinoso rellenos de una pasta dulce. Su nombre en japonés se interpretaba originalmente como “pastel de arroz de vientre grande”. Con los años, el carácter de vientre evolucionó al de suerte, manteniendo la misma fonética, por lo que pasaron de ser los gorditos de la familia a los pasteles de arroz de la gran suerte. El clásico es el daifuku mochi relleno de anko, una pasta de azuki endulzada.
En Mercado Flotante nos encantan los mochis de soja verde, sésamo, taro, ñame, cacahuete, azuki, ciruela, pomelo y fruta de la pasión. ¡Son todos una auténtica delicia!
Si eres bastante manitas y lo tuyo es la repostería, te dejamos una receta para que hagas daifuku mochi casero. Con un poco de maña y práctica, ¡no es tan difícil!
Y si quieres ver cómo se hacen los mochis japoneses en su forma más tradicional y auténtica, tal y como los preparan los grandes maestros, atención. Este proceso se denomina mochitsuki y estamos seguros de que hace falta mucho más que algo de maña y de práctica. Nosotros solo podemos decir: ¡GUAU!
