Esta receta tiene todo el sabor y la potencia de un curry de Tailandia y la rapidez de un salteado. Pollo, cebolleta y tirabeques adobados con pasta de curry amarilla y otros condimentos esenciales en un curry tailandés.
Una delicia a prueba de cualquier paladar. Es una receta que todavía no conoce detractores. Encanta a niños y a adultos, incluso a aquellos que no han probado un curry en su vida.
La receta se hace rapidísimamente en dos fases: primero se adoba el pollo y después se saltea por partes (el pollo primero y los vegetales después) en un wok. No es necesario marinar en la nevera, pero puedes dejar el pollo marinando del día anterior si quieres, de forma que solo tengas que saltear en el momento de la comida.