Un año más, ha llegado: la noche del fuego, el agua, los rituales y la magia ya están aquí. ¡Y lo mejor de todo! Encima de la leña y las brasas, asándose lentamente, las chuletas de cerdo, los chorizos, las chistorras y las sardinas. Cuando el olor de la carne y el pescado empieza a notarse en el ambiente, entonces sí, oficialmente, es San Juan. Nosotros, que somos un poco curiosos, tenemos preparado un menú bien diferente para festejar el solsticio de verano. Nos hemos dado una vuelta por América del Sur para conocer los platos con los que cada región celebra esta noche, la más larga del año y solsticio de invierno allá abajo.
En la selva amazónica peruana, la noche de San Juan Bautista coincide con el Inti Raymi, su fiesta del Sol. Esta fecha se ha convertido, por lo tanto, en una de las ceremonias de mayor relevancia, donde se fusionan elementos cristianos y prehispánicos. La gente acude a los ríos para conmemorar a su santo patrón y come el juane, una bola de arroz y huevo, aceitunas y gallina que se sirve envuelta en hojas de bijao o plátano, las cuales le confieren un característico sabor herbáceo. Este plato debe su nombre a Juan Bautista, pues representa la cabeza decapitada del santo. Un poco siniestro, pero ¡delicioso!
Tradicionalmente, Bolivia celebraba la noche de San Juan en torno a hogueras donde las familias quemaban muebles viejos y objetos que suponían un mal recuerdo. Al día siguiente, se leía en las cenizas resultantes la suerte para el año próximo. Sin embargo, la contaminación y el peligro de las hogueras han dejado paso a parrilladas entre amigos y familiares. Se comen perritos calientes y buñuelos y se bebe el apí, una bebida caliente y dulce, elaborada a base de maíz blanco o rojo; y el sucumbé, un tipo de aguardiente de uva con leche y canela.
En los departamentos colombianos de Tolima y Huila, San Juan es una de las tradiciones culturales más importantes. Durante la jornada del 24 de junio, el pueblo realiza comparsas en las que se ejecutan bailes y melodías tradicionales y se cantan rajaleñas, un tipo de copla picaresca. Son muchos los platos que se consumen en esta fiesta. Muy populares son el asado de cerdo y el sancocho de gallina, un caldo con gallina, plátano, yuca y otros tubérculos y condimentos. También se comen tamales, pasteles de choclo y arepas orejeperro, típicas de Huila, elaboradas con maíz trillado.
Con infinidad de juegos, bailes y fogatas, Paraguay celebra por todo lo alto la noche de San Juan. Es uno de los países con mayor número de rituales y tradiciones propias, como la del Judas kái. Cada año, cuando se aproxima la fecha, artesanos de la pólvora trabajan sin descanso en la fabricación de muñecos a tamaño real rellenos de petardos de distinta potencia. Muchas veces se le viste como una persona odiada o poco popular a la que, ya esa noche, se le prende fuego. Suena intenso, ¿no? Casi tanto como las comidas que se sirven esa jornada: chicharrón trenzado; sopa paragauya, un bizcocho salado; mbeyú y caburé, dos tipos de masas elaboradas con almidón de mandioca y con queso; y muchos otros platos típicos del Parguay.
Sabemos que nos quedan unas cuantas paradas, ¡es tanta y tan buena la gastronomía propia de San Juan! El año que viene pasaremos esta noche en Brasil. Según hemos escuchado, el maíz es el gran protagonista culinario. Mientras tanto, volvemos a nuestro punto de partida, Perú. Aquí os dejamos la receta del juane, para que también vosotros podáis celebrar San Juan de una manera original y deliciosa.
