Ya ha pasado un mes desde San Valentín, lo cual quiere decir que faltan once para volver a celebrarlo. No es, que se diga, mi celebración favorita del año, así que no me produce ningún tipo de desazón verla tan lejana (como sí me sucede a menudo con la Navidad). ¡Qué diferentes serían las cosas en caso de estar en Japón! El país se encuentra hoy mismo, como cada 14 de marzo desde hace unos cuarenta años, inmerso en la segunda vuelta de San Valentín: el White Day.
Chicos, ha llegado vuestro turno
La versión japonesa de San Valentín es singular y compleja. En primer lugar, el 14 de febrero solo las chicas hacen regalos y los regalos son siempre en forma de chocolate.
La segunda peculiaridad del San Valentín japonés echa por tierra toda lógica occidental: no solo la persona amada recibe su chocolateada muestra de amor. La tradición ha evolucionado de tal forma que cada chica tiene «el deber» de repartir chocolate entre todos los chicos de su entorno.
Especialmente llamativo es el «giri-choko» o chocolate de obligación, un chocolate barato que se regala a compañeros de clase o de oficina. Y en la cúspide de los regalos por compromiso encontramos el «cho-giri-choko» o “chocolate ultra-obligatorio”, que directamente se regala a personas impopulares y que no son del agrado de la chica que regala.
Exactamente un mes después de todo este ritual, las tornas se cambian. Los mismos chicos que recibieron chocolate el 14 de febrero, deben corresponder el 14 de marzo, en el conocido como White Day. Pero no siempre fue así.
Orígenes del White Day
Durante más o menos una década, desde que San Valentín se asentó en la cultura japonesa, no existió ninguna tradición en la que los chicos hiciesen regalos a las chicas 🙁 . Por supuesto, el mercado vio en este vacío una oportunidad.
Un avispado fabricante de golosinas tomó la iniciativa intentando promover el «Día de los Malvaviscos» (también traducible como «Día de las Nubes», que queda mucho más bonito y apropiado para la fecha). Esta fecha brindaría a los niños la oportunidad de responder a las llamadas de amor de San Valentín, pero la propuesta no terminó de cuajar.
Por fin, el 14 de marzo de 1980, una asociación de confiteros lanzó el White Day como el día en el que los hombres debían corresponder con chocolate a las mujeres que los habían agasajado primero. Blanco como el amor puro y dulce, blanco como el azúcar y como el chocolate blanco.
¿Qué regalos se hacen en este día?
Todo empezó como una forma de vender más chocolate. Aunque sigue siendo un regalo popular, en estos días los hombres también compran todo tipo de dulces, joyas, accesorios o ropa.
Según he leído, si un chico regala un malvavisco está indicando desinterés hacia esa chica. Una galleta podría ser símbolo de amistad. Y los caramelos símbolo de amor.
La tradición del 14 de marzo también ha ido adquiriendo complejidad con el paso de los años. Muchas mujeres tienen la expectativa de recibir un regalo mucho más costoso en el White Day que el chocolate entregado por ellas en San Valentín. De hecho, esta práctica se conoce como sanbai gaeshi y marca que el valor del regalo debe ser tres veces mayor.
Y por si fuera poco… el Black Day
El San Valentín y el White Day de Japón encuentran su réplica en Corea del Sur. Con la diferencia de que los coreanos han añadido una tercera ronda al calendario del amor. Se celebra, como no podía ser de otra forma, el 14 de abril. Y, como no podía ser de otra forma, se conoce como Black Day.
Este día pertenece a las personas solteras. Quienes se han quedado sin regalo en San Valentín o en el White Day (es decir, tanto chicos como chicas), se reúnen vestidos de negro para comer jajangmyeon. Este plato de fideos con salsa de alubia negra luce más que apropiado para un día como el Black Day: